A la vuelta de mi camino
me mueve más la risa que la pena,
más la ironía que la nostalgia
que el amor propio.
A la vuelta de mi camino
a estas alturas, me da más llanto
pelar una cebolla que
la mala sombra de mis amores,
que tal parece una obra de Arniches
un monólogo de Gila o un buen chiste de Forges.
A la vuelta de mi camino,
he dejado de esperar a Godot
a Vladimiro y Estragón
les he abandonado esperándole
inocentes y seguros de que llegará mañana.
A la vuelta de mi camino
cuchichean al ver que no dejo migas de pan
ni pequeñas piedras para no perderme de regreso
ignorando que no tengo intención
de regresar.
No les he dicho que tengo los bolsillos
llenos de flores que no he de tirar
porque me hacen compañía.
A la vuelta de mi camino, recito poemas
mi voz acaricia los árboles
mima las piedras
da gracias al viento
y arrulla al último gorrión que ha recogido
la pequeña anémona que, se ha escapado
del alma agujereada de mi bolsillo.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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