dejarse llevar
oír el viento de la tentación
Caer y no levantarse
abrazarse a la pereza
sin importar que digan
que piensen
que especulen.
Caer sobre la costumbre
machacarla
y desacostumbrarse
vomitando la bola
que se hace en la boca
de tanto masticar
un prejuicio tras otro.
Caer en la tentación
embarrarse en el pecado de
ser "diferente".
No amar, desear un cuerpo y otro
y otro dejando para luego
-si luego existe- el sentimiento
aparcando la fidelidad para una misma.
Caer en el grito donde el silencio reina
mirando fijamente al frente
cuando otros se ponen de perfil
para no ver cómo mueren
abandonados a su desgracia
los que nada tienen para pagarse
ni un mísero pecado de complacencia.
Caer en la verdad
oculta tras las mentiras
y no llorar aún teniendo ganas
porque no hay pañuelos
para limpiar el llanto
lo usan para callarte la boca
y yo he decidido caer
mordiéndoles la mano
a los que intenten enmudecerme.
Caer... cayendo... caigo.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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