no rozo mi mañana, consciente de que
nunca lo alcanzaré.
o quedarme entre visillos
viendo bailar el viento
ululando entre las plantas
y las hojas de los árboles.
Discuto con mi yo
con la otra que soy, entre tantas "otras"
y me obligo a cuestionarme
si es razonable lo que razono.
Discuto frente al espejo
con quien aún desea desearse.
¿Me pinto o no me pinto?
Sonrío a cara lavada,
a esa que aún pretende ser
lienzo para un pincel algo tembloroso.
Ahora soy otra
la que cuestiona el presente
de una fachada deteriorada.
¿Tal vez una mano de pintura?
Y el pincel sigue temblando
frente a la arruga del ojo
que se aquieta para ser modificado.
Soy una y cientos
como todo ser humano.
Hoy me gusto menos que mañana
y tal vez mañana, yo no sea yo
y el día sea otro día.
mabel escribano
d.r.
imagen: mía.
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