esta habitación sin muebles.
Sin la dulce colcha de tus besos
Suena a hueco y pese a ello
sin eco alguno, sin referentes.
Se me han vuelto redondas
las cuatro paredes
donde nos amamos tantas veces
y no sé en qué lugar colocar
el cabecero de tu cuerpo
ni dónde desnudar el mío
sin la vergüenza de verme reflejada
en la estepa de un espejo inubicable.
No sé dónde dormir sin tu olor
y tiemblo de frío en la pesadilla incolora
de este dormitorio hueco
vacío de tu presencia y harto de la mía.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
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