el sabor escondido
entre las columnas blancas
Tiemblan mis manos,
deseando perderse entre la negra fronda
que dio vida y a mí me da a tu lado
el gozo de esas locas y pequeñas muertes
cuando todo es suave roce y oleaje.
Transporta el tiempo,
un final de fuerte gemido,
cuando ya no es mi lengua,
y es solo tu voz
y es solo mi risa
y es solo el abrazo
quien nos duerme en el placer que,
sin pasar, ya es pasado.
mabel escribano
d.r.
imagen: google
No hay comentarios:
Publicar un comentario