cómo tus dedos enredaban sobre mi piel
y los míos se hacían eco de la tuya.
las aletas de la nariz
batiendo respuestas sin palabras
los pechos agitados.
Tus dientes mordiéndose los labios
sedientos de los míos
y mi boca, intentando abrir con la lengua
las puertas cerradas de tus besos
con la llave de una sonrisa incitante
e incitándome a besarte.
Recuerda amor,
la noche desnuda de su raso negro
liberada de las blondas transparentes
vestida con el perfume del deseo.
mabel escribano
d.r.
imagen: Google
No hay comentarios:
Publicar un comentario